La lipoinyección es un procedimiento que tiene como objetivo el restablecer el volumen de tejido blando que la cara ha ido perdiendo con el paso de los años. La pérdida de ese volumen ocasiona la formación de pliegues o surcos en la cara que junto con el descolgamiento progresivo de los tejidos, dan la apariencia de envejecimiento o simplemente de aplanamiento de las facciones lo cual le resta vitalidad y realce a la figura facial. El procedimiento consiste en tomar grasa de otra parte del propio cuerpo y transplantarlo en los sitios donde se quiere dar volumen.
Los transplantes de grasa se vienen realizado desde hace muchos años, pero han sido las nuevas técnicas las que han permitido obtener unos resultados más naturales y duraderos. Por tratarse de un transplante de tejido , el procedimiento debe realizarse con una técnica muy cuidadosa y una asepsia total (libre de bacterias o agentes infecciosos), con el fin de evitar infecciones y complicaciones. Por esta razón el procedimiento se realiza en una sala de cirugía y se hace utilizando anestesia local con sedación o anestesia general. Se puede realizar la lipoinyección sola aunque la mayor parte de las veces la hacemos acompañando a otro procedimiento como cirugía de nariz, de párpados, de cuello, de mentón o con un estiramiento facial.
La grasa a ser transplantada puede ser obtenida de diferentes sitios del cuerpo, pero la que se utiliza con mayor frecuencia es la del abdomen, mediante una técnica de liposucción. Anteriormente inyectábamos la grasa directamente después de ser aspirada, pero en los últimos años hemos modificado la técnica con el fin de obtener resultados más duraderos. Actualmente la grasa es centrifugada y posteriormente es mezclada con plasma rico en plaquetas y factores de regeneración tisular, obtenidos de la sangre del propio paciente. Si anteriormente teníamos resultados que duraban hasta unos 2 años, hoy en día con las nuevas técnicas y equipos podemos decir que los resultados se extienden hasta 4 o 5 años. El procedimiento podría volverse a repetir al cabo de este tiempo. De todas formas se calcula que entre un 20% y un 30% de la grasa inyectada se reabsorbe en los primeros 2 o 3 meses, especialmente en las zonas de la cara donde hay más movimiento (alrededor de la boca). Por esta razón siempre se debe inyectar un poco más de la grasa calculada, con el fin de obtener el resultado más adecuado.
La lipoinyección tiene muchas ventajas sobre los rellenos faciales sintéticos, entre los que cabe resaltar los siguientes:
- La principal virtud de la lipoinyección es que utiliza un material natural (grasa) tomado del propio cuerpo, lo cual previene el rechazo, la infección y se integra totalmente a los tejidos donde es inyectada.
- Se puede obtener y utilizar una gran cantidad de grasa para reponer el volumen perdido.
- La grasa por ser un material natural y fácil de obtener en las cantidades requeridas, resulta mucho más económico que cualquier relleno sintético.
- La apariencia a la vista y al tacto que da la grasa es totalmente natural y homogéneo.
- La duración del implante de grasa está entre 3 a 5 años en promedio.
Dos meses después de realizada la lipoinyección se observan cambios notorios en el volumen de los tejidos de la cara con mayor luminosidad y aspecto más juvenil.