Una de las características faciales que más incomodan a los pacientes son las orejas prominentes u «orejas en pantala» Frecuentemente los niños reciben apodos por parte de sus compañeros de colegio, lo cual resulta ofensivo y puede afectar su autoestima. La otoplastia se realiza para cambiar la forma y el tamaño de las orejas. Por fortuna las orejas pueden ser operadas desde el momento en que alcanzan su tamaño definitivo lo cual ocurre alrededor de los seis años. Realizar la cirugía a esta edad es aconsejable, ya que el cartílago es más fácilmente moldeable.
En los niños esta cirugía se realiza con anestesia general en forma ambulatoria; en adultos se puede hacer con anestesia local y sedación. La cirugía suele durar entre una y dos horas y se hace generalmente en forma ambulatoria.
Las incisiones se hacen detrás de la oreja, en el pliegue que existe entre ésta y la cabeza, lo cual hace que quede completamente oculta. A través de esta incisión se llega hasta el cartílago, al cual se le hacen cortes y se le colocan puntos para darle la nueva forma. Al terminar la cirugía se aplica un vendaje sobre las orejas el cual es retirado a los 3 ó 4 días y posteriormente durante las primeras semanas se debe utilizar una banda elástica (balaca), especialmente al dormir, con el fin de evitar roces y dobleces accidentales. Los puntos de la piel son retirados entre la primera y segunda semana de posoperatorio. Se prescriben antibióticos tomados por 8 a 10 días y analgésicos comunes según la intensidad del dolor. Se recomienda reposo durante la primera semana y evitar actividades que pudieran lastimar o doblar las orejas durante el primer mes. La desinflamación ocurre de manera progresiva hasta obtener un resultado natural, quedando las cicatrices ocultas detrás de las orejas.