Una adecuada definición y proyección del mentón dan el balance y equilibrio ideal a la cara y el perfil, lo cual imprime mayor carácter y armonía a los rasgos faciales. Un mentón poco desarrollado da una apariencia curva o convexa al perfil, en la cual la nariz luce más grande de lo que realmente es y el cuello se ve corto y descolgado (papada). Muchos pacientes acuden al consultorio en búsqueda de un cambio en su apariencia y generalmente enfocan su atención en la nariz o en el cuello. El Cirujano Plástico Facial analiza cuidadosamente el perfil y mediante estudios fotográficos determina que lo que realmente el paciente necesita es una modificación en la forma o el tamaño del mentón. Las modificaciones realizadas por computador dan una idea inmediata y bastante aproximada de la mejoría que se puede obtener al aumentar la proyección del mentón.
Cuando el paciente decide que quiere someterse a una cirugía del mentón para mejorar su apariencia, debe exponer al cirujano sus expectativas reales con respecto a la cirugía y este a su vez debe informarle sobre los cambios que realmente se pueden obtener con el procedimiento. Como en todos los casos de cirugía plástica facial, la comunicación entre el paciente y el cirujano es fundamental para obtener los resultados deseados y llevar a feliz término el proceso.
La mentoplastia puede realizarse simultáneamente con otros procedimientos quirúrgicos. La mayoría de las veces va acompañada de cirugía de nariz (Rinoplastia), de un rejuvenecimiento del cuello o de una corrección de la papada. La intervención suele durar entre 30 y 40 minutos y puede hacerse con anestesia local asistida (con sedación) o con anestesia general cuando va acompañada de otros procedimientos quirúrgicos.
La cirugía consiste en la colocación de un implante anatómico de elastómero de silicona por debajo de la piel y los músculos del mentón, sobre el hueso, a través de un pequeño corte de unos 15 mms , que se hace por debajo de la mandíbula. La cicatriz queda ubicada en un sitio muy poco visible, adecuadamente camuflada entre los pliegues de piel por debajo del mentón. La zona del mentón es protegida con un vendaje abultado durante 3 ó 4 días y después es reemplazado por cintas de Micropore color piel, por otros 4 ó 5 días. Los puntos de sutura son retirados progresivamente entre el cuarto y el octavo día.
Durante el posoperatorio inicial se debe aplicar una crema anti inflamatoria sobre el área del mentón, junto con compresas frías o hielo con el fin de aliviar la inflamación la cual suele ser moderada. Se formulan antibióticos y analgésicos comunes durante la primera semana del posoperatorio.
Los resultados se pueden evidenciar desde el momento en que se retiran los vendajes, los cuales resultan siempre muy naturales, tanto a la vista como al tacto. El comentario más común entre los pacientes que se someten a la mentoplastia es que las personas les dicen que notan una mejoría en su apariencia, pero pocas veces logran identificar el sitio preciso donde se ha hecho el cambio. Como la mayoría de las veces la cirugía del mentón va acompañada de una Rinoplastia, la atención de las personas se dirige especialmente hacia la nariz y no a la zona del mentón.
Se recomienda evitar una fuerte actividad física y la exposición al sol durante el primer mes del posoperatorio. Se hace necesaria la aplicación de protector solar en la zona operada durante los tres meses siguientes a la intervención.
Siempre que se implanta un material sintético en el organismo, en este caso la silicona, existe el riesgo de una reacción a cuerpo extraño o rechazo y la posibilidad de infección, teniendo que ser retirado el implante mediante una nueva cirugía. En mi experiencia de muchos años utilizando este tipo de implante, nunca he tenido que retirar alguno, lo cual hace que se trate de una técnica y de un material que ofrecen resultados naturales, confiable y seguros.